sábado, 19 de noviembre de 2016

Arto Inkala: Sudokus con nombre propio

Hoy también empecé el día intentando comprender un sudoku. Cómo aplicar la estrategia, de nivel medio, XY-Wing. Y sigo en ésas. 
Era uno sencillo, no el Escargot (2006), el Daily Mirror (2010) o el Everest (2012) diseñados por el finlandés Arto Inkala y considerados por él mismo, en cada momento, como "el sudoku más difícil del mundo" -con su palabra, y su propio ranking, basta-. El Everest, asegura Inkala, es insoluble para todos, excepto para las mentes más brillantes. Debe resolverse, dice, anticipando hasta ocho movimientos, como en el ajedrez...
No son los únicos sudokus que encontré en internet que tienen nombre -y registro-. Están también sus rivales: Golden Nugget, por ejemplo, creado por Tarek, y el Eastern Monster de JPF; hay quienes los consideran de mayor dificultad que los tres primeros. En realidad, muchísima gente. Y debe haber más juegos que compitan por esa categoría.
Y es que, decidir cuál sudoku ofrece mayor dificultad, no es fácil. Se supone que son hechos para ser resueltos lógicamente y a mano, por seres humanos pensantes. Pero Inkala -al igual que los otros competidores, exceptuando a Nikoli en donde los hacen a mano-, los elabora con ayuda de computadora, ya que necesita revisar cerca de un millón de sudokus antes de dar con la opción más difícil con 17 números dados. Esto le ha tomado, en algún caso, alrededor de tres meses. Mi artimaña de intentar resolverlos con Simple Sudoku -u otro programa parecido- parece que no es exclusiva mía. Entonces también cuidan ese aspecto: no hay ningún sencillo descubierto, ni oculto; cada celda tiene al menos dos opciones que la computadora registra como posible solución, y la pobre no da una. Allí ni la paciencia le vale... En menos de un segundo decide que no hay pista a seguir. Y se acabó. ¡Sin anotar ni sugerir absolutamente nada...! Porque todavía no están hechas para hacer conjeturas complejas ¡ni trampas! Con quitar un dígito -de los 17 dados- podría obtener múltiples soluciones... jajaja. También podría anotar, al azar, el número que "desata el nudo", cosa humanamente posible pero, ¿cuál sería la probabilidad de seleccionar el dígito correcto -entre 9- y la casilla -entre 64-, al primer intento? (ya casi me siento matemática...). 
Lo interesante es que cada vez que aparece un sudoku "imposible", de nivel superior a 9 u 11 como el Everest -los difíciles de los diarios son nivel 5-, se mejoran los programas solucionadores de sudokus. El sudoku Eastern Monster, por ejemplo, dio origen a que se descubrieran dos técnicas, lógicas, inimaginables antes por no haberse presentado ese reto: Naked Double Loops y Hidden Double Loops. Esto desencadena que los programas que miden el ranking de dificultad también sufran cambios, principalmente el Sudoku Explainer (SE). Los otros cuatro conocidos son Ravel Minimal Step (RMS), Gfsr, Suexrat 9, y el de Inkala. Los investigadores en Inteligencia Artificial también muestran interés en los sudokus.
Y todo esto ya rebasa, creo, las dimensiones de un simple pasatiempo. Haciendo cada vez más interesante el desarrollo de este juego y poniendo de relieve que la pregunta ha dejado de ser ¿todos podemos solucionar un sudoku incompleto? y la respuesta tampoco se limita a un simple "sí" o "no". Hay que ser doctor en Matemáticas y experto en Computación, mínimo.
Y para crearlos... -o investigarlos- necesitas que te lo encargue una compañía como Efamol (sudoku AI6824 para Efamol) que ofrece productos para evitar el deterioro del cerebro, o que te respalden Universidades importantes como la University of Western Australia o la University College Dublin, en Irlanda.


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