jueves, 3 de noviembre de 2016

Sudoku ¿Para qué sirve?

Si no está en internet, no existe. Parece ser la creencia de nuestro tiempo.
Pero el Sudoku sí está. O sea, el Sudoku es REAL. Podemos comprobar su presencia en la red casi desde que se popularizó internacionalmente.  
¿Para qué sirve? Algunos datos obtenidos en línea sugieren que:
  1. Ayudar a conducir el autobús escolar; además de peligroso, no es bien visto por los papás de los niños y es sancionado. (Ferndown, RU. 2011).
  2. Anular juicios por tráfico de drogas -y matar el aburrimiento-, si los jurados resuelven el sudoku mientras los testigos declaran. Costoso para el sistema penal, pero sin sanción para el jugador. (Sydney, Australia, 2008). 
  3. Adelgazar. Así de simple. Es mejor resolver un sudoku que no hacer nada pues, al concentrarse en el juego,  el cerebro requiere de más energía y consume 1,5 calorías por minuto en vez de 1 caloría. O lo que es lo mismo: ¡30 calorías extra por hora! (Bjorn Carey, 2011). * Por otra parte Barry Komisaruk y Beverly Whipple -en 2013-, desaconsejan el sudoku si (en lugar de secciones muy limitadas), lo que se quiere es activar el conjunto cerebral. Para ello, concluyen, es más sano mantener relaciones sexuales que resolver sudokus. No podemos comparar ambos estudios, pues uno quiere quemar calorías y el otro activar el cerebro... 
  4. Hacer contraseñas ultra-súper-seguras para tus plataformas on-line, que ni tienes que memorizar aunque el sudoku completo cambia cada minuto, pues la clave sigue la línea o el dibujo que, imaginariamente, se trazó sobre el tablero una sola vez. (Sistema PINgrid de Winfrasoft; 2014).
  5. Promocionar primer show de Sudoku por televisión, b) generar interés turístico -más de un millón de turistas-, c) poner señalamientos para reducir la velocidad en carretera, d) entrar al Récord Guiness con el Sudoku más grande en la colina de Sodbury... Todo en Inglaterra en 2005.
  6. Escribir carta de protesta, y/u obtener suscripción gratis de periódico. Cuando un grupo de personas -86-, sospechan que intencionalmente fue generado sin solución posible. (Prisión de Exeter, 2015). 
  7. Generar competencia entre periódicos, de preferencia ingleses. (Times y Daily Telegraph, 2005). 
  8. Descubrir lesiones en el cerebro en área específica. ¡Sorprendente! El daño que sufrió el esquiador en un accidente sólo le provocaba trastornos físicos cuando jugaba sudoku... La parte centro-parietal del lado derecho del cerebro -lesionada- es la que activa la imaginación visual espacial que se necesita para resolver un sudoku. (El País, 2015)
  9. Entretener a los robots y, de paso, demostrar que aunque lo solucionen en segundos, en escribirlo se tardan muchísimo más que un humano, jajaja. Al menos el Robot Lego Mindstorms de Hans Andersson, en el 2009.
  10. Esculpirlo en piedra, para la posteridad. Con riesgo de que al poco tiempo algún consejo municipal decida retirar del cementerio la lápida de la tumba porque tiene un sudoku. (Allan Robinson, 1946-2012; Farnond, Reino Unido).
  11. Usarlo como leit-motiv para escribir historias. (La lucidez del espejo: El Sudoku, 2010; Los otros seres: El ángel sudoku, 2012; Historias de una vida: Un sudoku endiablado, 2014).
  12. Aprender computación y abrir las puertas al uso de redes sociales. Totalmente de acuerdo con Salma Hayek quien, desde el 2010, se involucró mas en el manejo de las computadoras para poder jugar más y mejor el sudoku. 
Y aquí no se acaban las menciones del sudoku en internet. Hay muchísimas otras que lo asocian con la investigación científica, con la educación, las matemáticas, el desarrollo de algoritmos y la tecnología. Además de las que se refieren a su uso generalizado como pasatiempo lógico y que permiten conocerlo, aprenderlo, solucionarlo, manejar estrategias y crearlo; ya sea remitiendo a libros, aplicaciones, videos, blogs, competencias, etc.
Creo que todo lo anterior es una mínima parte de lo que el sudoku ha ido provocando en quienes se interesan por este juego.

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